martes, 27 de agosto de 2019

COMO ABORDAR A LAS PERSONAS CRITICAS II




Cómo ayudar a los críticos a convertirse en consejeros:
En resumen, para ayudar a alguien a ser un crítico «constructivo», o un consejero, resulta útil:

1) descubrir el propósito que se culta tras la crítica; 
2) asegurarse de que la intención positiva se exprese (encuadrada) positivamente, y

3) convertir esa crítica en una pregunta, preferiblemente sobre el «cómo».

Todo eso se puede conseguir empleando la siguiente secuencia
de preguntas:

1. ¿Cuál es tu crítica u objeción?
Por ejemplo: «Lo que propones es superficial».

2. ¿Cuál es el criterio o la intención positiva que hay tras
esa crítica u objeción? ¿Qué es lo que tratas de conseguir
o de preservar con tu crítica?
Por ejemplo: «Un cambio profundo y duradero».

3. Asumiendo que ésta es la intención de la que se trata, ¿cuál
es la pregunta «cómo» que tiene que ser formulada?

Por ejemplo: «¿Cómo puedes estar seguro de que la propuesta
presentada satisfará los aspectos cruciales para conseguir
un cambio profundo y duradero?»

Practica este proceso contigo mismo. Piensa en algún aspecto
de tu vida en el que trates de manifestar nuevos valores a
creencias y colócate en posición de «critico» respecto a ti mismo.

¿Qué objeciones o problemas encuentras a lo que estás haciendo?

Cuando hayas identificado algunos problemas u objeciones,
recorre los pasos antes descritos y convierte tus críticas en preguntas.

Descubre la intención positiva y las preguntas «cómo» relacionadas con tu autocrítica (a veces resulta útil hacerlo con ayuda de otra persona). Una vez que hayas transformado tus crítica en preguntas, podrás llevarlas ante el «soñador» y el «realista» que hay en ti, para obtener las correspondientes respuestas.

En última instancia, el objetivo de la fase crítica de un proyecto
es asegurarse de que un proyecto o un plan sea ecológicamente
sólido y que preserve cualquier beneficio o subproducto
positivo de la forma presente de tratar de alcanzar el objetivo.

Cuando un crítico formula preguntas sobre el «cómo», pasa de ser un «aguafiestas» o un «asesino» a convertirse en un «consejero».

(Nota: También resulta útil conducir primero al crítico a reconocer qué criterios han sido satisfechos, antes de pasar a comentar lo que falta o se necesita.) los patrones de «Intención» y «Redefinición» de Identificar y reconocer la intención positiva del critico, así como convertir la crítica en una pregunta sobre el «cómo», constituye un ejemplo de una modalidad de «truco mágico verbal», en el que utilizamos El poder de la palabra para trasladar la atención de un marco-problema o un marco-fracaso a un marco-objetivo y un marco-realimentación.

Este proceso se basa en dos formas fundamentales de reencuadre que forman parte del núcleo mismo de los patrones de 
El poder de la palabra: el patrón de Intención y el de Redefinición.
El patrón de Intención comporta dirigir la atención de la
persona hacia el propósito o la intención (por ejemplo, protección, llamar la atención, establecer límites, etc.) subyacente tras alguna generalización o afirmación, para poder o bien reencuadrarlo bien reforzarla.

El patrón de Redefinición comporta la substitución de una o
más palabras o frases de la generalización o afirmación por otras nuevas que, sin alterar el significado de ésta, tengan implicaciones distintas. Reemplazar una frase formulada en negativo por otra expresada en positivo constituye un ejemplo de «redefinición».

El patrón de Intención de El poder de la palabra se basa en la
presuposición básica de la PNL que afirma que:

En algún nivel, todo comportamiento tiene (o en algúnmomento tuvo) una «intención positiva»
Es (o fue) percibido como apropiado dado el contexto en el que
fue establecido, desde el punto de vista de la persona a la que ese comportamiento pertenece. 


Es más fácil y más productivo responder a esa intención positiva que a la expresión de un comportamiento problemático.


Aplicar el patrón de Intención implicaría responder a la(s)intención(es) positiva(s) tras determinada generalización o juicio más que directamente a la propia expresión. Como ejemplo,
supongamos que un cliente entra en unos almacenes y muestra
interés por determinado artículo, pero dice: «Me gusta, pero me temo que es demasiado caro para mí».

Si aplicara el patrón de Intención, la vendedora diría algo así como: «Entiendo que para usted es importante obtener valor por su dinero». 
Esta frase sirve para dirigir la atención del cliente a la intención subyacente tras el juicio de que algo es «demasiado caro» (en este caso, la intención de «obtener valor»). Eso contribuirá a que el cliente responda desde un marco-objetivo en lugar de hacerlo desde un marco-problema.

domingo, 11 de agosto de 2019

COMO ABORDAR A LAS PERSONAS CRÍTICAS I






En las formas sabias de lenguaje asertivo que la PNL ayuda a desarrollar, está el llamado Reencuadre.

Puede constituir un método eficaz para tratar con los críticos y las críticas.

Los «críticos» son considerados a menudo como las personas más difíciles de tratar dentro de una interacción, por causa de su aparente negatividad y de su tendencia a encontrar problemas en las ideas y las sugerencias de otros.

Se les suele considerar «aguafiestas» porque gustan de operar desde un «marco-problema» o «marco-fracaso».

(Los soñadores operan desde un marco positivo de 
 «como si» todo resultara, mientras que los realistas lo hacen desde un «marco-objetivo» ) 

Uno de los problemas principales con las críticas consiste en que suelen ser expresadas en forma de juicios generalizados, como «Esta propuesta es demasiado costosa», «Esa idea nunca funcionará», «No es un plan realista», «Este proyecto requiere demasiado esfuerzo», etc, etc.

El problema con esta clase de generalizaciones verbales consiste en que. dada la forma en que son formuladas, no quedan más opciones que estar de acuerdo con ellas o no estarlo. 

Si alguien dice que «Esa idea nunca funcionará» o que «Esta propuesta es demasiado costosa », el único modo de responder directamente consiste en decir:
«Creo que tienes razón» o bien, por el contrario, 
«Te equivocas, no es demasiado costosa».

De este modo, la crítica suele conducir a la polarización, a la pérdida de sintonía y finalmente al conflicto, si uno no se muestra de acuerdo con la crítica.

Los problemas más difíciles se presentan cuando el crítico
no se limita a criticar la idea o el plan, sino que enjuicia también al «soñador» o al «realista» a nivel personal. Estamos hablando de la diferencia entre decir «Es una idea estúpida» o decir «Eres un estúpido por proponer esta idea». 

En este caso, cuando el crítico ataca a la persona al nivel de su identidad, no solamente es un «aguafiestas», sino también un «asesino».
A pesar de todo ello, es importante no perder de vista que el
comportamiento crítico, como cualquier otro, está motivado por su correspondiente intención positiva. El propósito del «crítico»consiste en evaluar los resultados del «soñador» y del «realista».

 Un crítico eficaz realiza un análisis del plan o camino propuesto para tratar de detectar qué es lo que podría salir mal con la buena intención de evitarlo. Los críticos descubren lagunas, consideran desde la lógica «lo que podría pasar si» se presentaran problemas.

Los buenos críticos suelen adoptar el punto de vista de personas no involucradas directamente en el asunto, pero que podrían o bien verse afectadas por sus consecuencias o bien influir positiva o negativamente en la implementación del plan o actividad propuestos.

Obtener afirmaciones positivas a partir de intenciones positivas:

Uno de los problemas con gran parte de las críticas es que, además de ser juicios «negativos», suelen formularse en términos lingüísticamente negativos, es decir, se expresan en forma de negaciones verbales. Por ejemplo, «evitar el estrés» y «sentirse más cómodo y relajado» son dos formas de expresar verbalmente un estado interno parecido, aunque para ello se utilicen palabras distintas.

La primera de las expresiones («evitar el estrés») describe lo que no queremos. La segunda, en cambio («sentirse más cómodo y relajado»), describe lo que sí deseamos.

De forma parecida, muchas críticas vienen enmarcadas en
términos de lo que no se quiere, en lugar de lo que sí se quiere, lo que hace una gran diferencia en términos de como opera el subconsciente. Cada vez que formulamos una afirmación en positivo, se facilita el apoyo de recursos del subconciente que favorece que el resultado positivo pueda ser logrado.

Por ejemplo, la intención (o criterio) positiva subyacente en la
crítica «esto es una pérdida de tiempo» reside, probablemente,
en el deseo de «utilizar los recursos disponibles de forma juiciosa y eficiente». Sin embargo, esta intención no resulta fácil de discernir a partir de la «estructura superficial» de la crítica expresada, debido a que ha sido formulada en términos de lo que se quiere evitar. Por consiguiente, la capacidad para reconocer y extraer afirmaciones de intención positiva a partir de críticas formuladas negativamente constituye una habilidad lingüística crucial para tratar con las críticas y transformar los marcos-problema en marcos-objetivo, y facilitar el logro.

Esto puede resultar a veces complicado, ya que los críticos suelen operar desde un marco-problema.

Por ejemplo, si le preguntas a un critico por la intención positiva tras un comentario como «Esta propuesta es demasiado costosa», lo más probable es que consigas una respuesta parecida a :
«La intención consiste en evitar gastos».

Observa que, si bien se trata de una intención positiva, aún está lingüísticamente formulada o enmarcada en términos negativos, es decir, señala lo que se trata de «evitar», en lugar de lo que se desea conseguir.

La formulación positiva de esa misma intención positiva seria algo así como:

«Asegurarnos de que el costo sea asequible» o
«Estar seguros de que respetamos el presupuesto».

Para extraer formulaciones positivas a partir de intenciones y
criterios, deberemos plantear preguntas como:

«Si lo que no quieres es estrés/gasto/fracaso/desperdicio, ¿qué es lo que sí quieres?» o «En caso de que lograses evitar eso que no quieres, ¿qué es lo que conseguirías con ello (cual sería tu beneficio)?»

Veamos a continuación algunos ejemplos de reformulación
positiva de declaraciones negativas:

Declaración negativa                   Reformulación positiva

demasiado caro                            asequible

pérdida de tiempo                        utilización juiciosa de recursos

temor al fracaso                           deseo de triunfar

irreal                                              concreto y alcanzable

demasiado esfuerzo                      fácil y cómodo

estúpido                                         juicioso e inteligente


Convierte las críticas en preguntas

Una vez que la intención positiva tras la crítica haya sido desvelada y reformulada en términos positivos, la crítica puede ser transformada en una pregunta. Cuando una crítica es transformada en pregunta, las opciones de respuesta son completamente diferentes de cuando se formula como juicio o generalización.

Supongamos, por ejemplo, que en vez de decir «Eso es demasia-
do caro», el crítico preguntara: «¿Cómo vamos a costearlo?»
Con esta pregunta, se le brinda al interlocutor la posibilidad de
entrar en los detalles del plan, en lugar de limitarlo a mostrarse
en desacuerdo o discutir con el crítico. Lo dicho es de aplicación práctica para la totalidad de las críticas.

El comentario: «Esa idea nunca funcionará» puede ser transformado en la pregunta

«¿Cómo pondrías esa idea en práctica?»

«Este plan no es realista» puede convertirse en

«¿Cómo podrías hacer más tangibles y concretas las etapas de este plan?»
La queja «Eso requiere demasiado esfuerzo», puede reformularse así:
«¿Cómo podrías conseguir que fuera más fácil y sencillo ponerlo en práctica?»

Por lo general, esta clase de pregunta sirve al mismo propósito que la crítica, pero resulta mucho más productiva.

Observa que se trata de preguntas principalmente sobre el
«cómo». Esta clase de preguntas tienden a ser las más útiles. Las que se hacen con «por qué», por ejemplo, presuponen a menudo otros juicios, lo que puede conducir de nuevo al desacuerdo y al conflicto.

Preguntar, por ejemplo,
«¿Por qué tiene que ser tan cara esa propuesta?», o

«¿Por qué no puedes ser un poco más realista?» sigue presuponiendo un marco-problema.

Lo mismo sucede con preguntas como

«¿Qué es lo que hace que tu propuesta sea tan cara?» o «¿Quién va a pagarlo?» En líneas generales, las preguntas sobre el «cómo» suelen ser más eficaces para centrar la atención sobre el marco-objetivo o el marco-realimentación.

[Nota: Al nivel de sus estructuras profundas, las críticas son
declaraciones ontológicas, afirmaciones sobre lo que algo «es» o
«no es». Las preguntas sobre «cómo» conducen a exploraciones
epistemológicas, a examinar «cómo sabes» que eso «es» o «no es».]

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miércoles, 7 de agosto de 2019

MEDITACIÓN Y RESPIRACIÓN PROFUNDA



    Elige un ambiente tranquilo. La meditación debe practicarse en un lugar tranquilo y silencioso (puede ser en naturaleza sentado apoyado en el tronco de un árbol.) Esto te permitirá enfocarte exclusivamente en esta tarea y evitará que los estímulos externos invadan tu mente. Busca un lugar donde no te interrumpan durante la meditación, ya sea durante 5 minutos o media hora. No es necesario que el lugar sea tan grande, el vestidor de tu habitación o incluso tu oficina pueden servir, siempre y cuando sea un lugar privado.
    • Para quienes recién empiezan en el mundo de la meditación, es muy importante evitar cualquier distracción externa. Apaga la televisión, el teléfono o cualquier aparato que haga ruido. Si pones música, elige canciones tranquilas, repetitivas y de armonías suaves, de modo que contribuya a la paz. Otra opción es encender una pequeña fuente de agua, pues el sonido del agua corriendo puede ser muy relajante.
    • En posición sentada muy derecha su columna ojos cerrados o fijos en un lugar agradable libre de distracciones.
    • Sus manos sobre las rodillas
      Respire profundamente inspirando por la nariz o por la boca , exhale por la boca en tiempos de inhalar en 7-pausa - exhalar en 14- pausa.
    • Escuche su respiración y sienta la quietud de su ser .
    • Si vienen pensamientos a su mente, déjelos pasar como un observador externo sin quedarse conectados a ellos. Como cuando viaja y ve pasar el paisaje por la ventana.
    • Comience meditando por un minuto y siga extendiendo el tiempo hasta llegar a 10 y 30 minutos
Se ha confirmado que al meditar 10 minutos respirando lento y profundo dejando su mente libre de pensamientos, se libera de la adrenalina acumulada por estres, libera toxinas y estimula su inmunidad, renovando su vitalidad y claridad mental para las siguientes horas de su jornada