viernes, 11 de diciembre de 2015

Estados Internos y Libertad Emocional





El estado de nuestra mente cambia continuamente, y es ésta una de las pocas cosas de las que podemos estar seguros. Cuando cambia de estado, todo el mundo cambia también. (O así lo parece.) Normalmente, somos más conscientes de nuestro estado emocional que de la fisiología, posturas, gestos y ritmo respiratorio.

Cuando las personas están física y emocionalmente decaídas, decimos, a menudo, que «están con la depre». De la misma forma, reconocemos que para poder salir adelante de un desafío, es necesario «tener la mente al ciento por ciento».

Mucho depende, pues, del estado de nuestra mente; pero ¿qué es el estado de la mente? De forma sencilla diremos que son todos los pensamientos, emociones y fisiología que expresamos en un momento determinado; las imágenes mentales, sonidos, sentimientos y todos los gestos, posturas y ritmo respiratorio. 

Somos “unidad” , el cuerpo y la mente están totalmente intercomunicados, por lo que los pensamientos influyen inmediatamente en la fisiología, y viceversa.

Tómese un momento para pensar en una experiencia agradable, un momento en el que se sintiera especialmente bien. Pase un minuto o dos reexperimentándola de la forma más completa posible. 
Mientras está disfrutando de ese momento agradable, mire a su alrededor, observe lo que ve y lo que oye mientras está rememorando esa experiencia. 
Observe lo que siente. Cuando esté listo, vuelva al presente. 

Piense que está de nuevo experimentándola...

Vuelva al presente. 

Observe el impacto que esto tiene en su estado presente, en especial en su respiración y postura. Las experiencias pasadas no han desaparecido para siempre, pueden ayudarle a sentirse bien en el ahora. Aunque las imágenes y sonidos del pasado hayan desaparecido, cuando las recreamos mentalmente, el sentimiento real es todavía tan real y tangible como entonces. Así que sin tener en cuenta lo que sintiera antes de leer este párrafo, se ha puesto usted en un estado con más recursos. 

Intentar influir en las emociones sin cambiar el estado es tan fútil como intentar hacer desaparecer un iceberg quitándole la punta: saldrá más a la superficie, a menos que invierta una cantidad enorme de energía para mantenerlo sumergido, y esto es lo que muchas veces intentamos hacer con ayuda de las drogas o con nuestra fuerza de voluntad…y es inútil, luego emerge con mayor fuerza y genera creencias de “incapaz”.

Habitualmente la persona no se da cuenta de cómo las emociones modelan su fisiología. 

Ahora, para contrastar, piense en una experiencia pasada incómoda. Cuando le haya aparecido una, piense que la está experimentando de nuevo. 

De nuevo en aquella situación, ¿qué es lo que ve? ¿Qué oye? Observe cómo se siente. 

Salga pronto de esa experiencia, vuelva al presente y observe el efecto que ha tenido en usted. Dése cuenta de cómo se siente después de esta experiencia comparado con cómo se sentía después de la experiencia anterior. Observe también su postura y ritmo respiratorio. 

Vuelva a la experiencia agradable unos momentos.

Ahora cambie su estado emocional. Haga un poco de actividad física, mueva su cuerpo y cambie su atención de aquella memoria a algo totalmente distinto. Mire por la ventana, salte, corra hasta el otro extremo de su casa o tóquese las puntas de los pies. Ponga atención a las sensaciones físicas al moverse y a lo que siente aquí y ahora. 

En la terminología de la PNL esto se conoce como cambio de estado, y es útil realizarlo siempre que se dé cuenta de que se siente negativo o falto de recursos. Cuando tenga recuerdos incómodos que le lleven a estados sin recursos, todo su cuerpo recoge estos estados negativos y los mantiene como patrones del tono muscular, postura y respiración. Estas memorias almacenadas físicamente pueden contaminar sus experiencias futuras durante algunos minutos o durante horas. Todos sabemos lo que es «levantarse con el pie izquierdo». Las personas que sufren de depresión han aprendido inconscientemente a mantenerse en un estado falto de recursos por largos períodos de tiempo. 

Otros han logrado desarrollar la capacidad de cambiar sus estados emocionales, generando un estado de libertad emocional que transforma la calidad de sus vidas.

Estas personas experimentan en su totalidad los altibajos de la vida, pero aprenden, siguen y no se detienen innecesariamente en el dolor emocional.

Es una habilidad que toda persona puede desarrollar....


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