sábado, 19 de diciembre de 2020

Feliz Navidad 2020

 🌿🌸🌿




  Te saludamos con mucho cariño,
este Solsticio de 21 de diciembre de 2020, 
Es un momento memorable, muy esperado, con una conjunción estelar que ocurrió antes en 1226, estando San Francisco de Asis encarnado en esta tierra, preparándonos para esta Navidad   

La Navidad comenzó en el corazón de Dios
pero solo se completa cuando llega al corazón de cada hijo en Gea...


¡¡Feliz Navidad de este Nuevo Amanecer!!!!

A ti y Familia  y al mundo entero!!!

🌿🌸🌿

Dra. Sheril Irene Rivera y nuestra familia Excelsa

🌿🌸🌿





NACIMIENTO ROSA AZUL.jpg

ORACIÓN SIMPLE DE
SAN FRANCISCO DE ASÍS

Oh, Señor, hazme un instrumento de Tu Paz .
Donde hay odio, que lleve yo el Amor.
Donde haya ofensa, que lleve yo el Perdón.
Donde haya discordia, que lleve yo la Unión.
Donde haya duda, que lleve yo la Fe.
Donde haya error, que lleve yo la Verdad.
Donde haya desesperación, que lleve yo la Alegría.
Donde haya tinieblas, que lleve yo la Luz.

Oh, Maestro, haced que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar;
ser comprendido, sino comprender;
ser amado, como amar.

Porque es:
Dando , que se recibe;
Perdonando, que se es perdonado;
Muriendo, que se resucita a la
Vida Eterna.

lunes, 7 de diciembre de 2020

Modelar la Excelencia, enfocar en creencias positivas y liberarse de las creencias limitantes


Para modelar la excelencia, hemos de empezar con los sistemas de creencias de la excelencia.

 Hay siete creencias que capacitan a la gente para usar a fondo sus recursos, hacer más (y más a lo grande) y producir grandes resultados.  Han servido para muchos, y pueden servirle a usted también.

Creencia número 1: Todo ocurre por su motivo y razón, y

todo puede servirnos. 

 Todos los triunfadores tienen una habilidad increíble para, ante cualquier situación, centrarse en lo posible y en los resultados positivos que se podrían extraer de ella. Por mucha retroalimentación negativa (feedback) que reciban del medio ambiente, ellos siempre piensan en posibilidades.

Creen que todo ocurre por alguna razón y que ello les puede servir; piensan que toda adversidad encierra la semilla de un beneficio equivalente o mayor aún.

La gente que obtiene resultados sobresalicntes piensa de esta manera. Imagíneselo en su propia vida.

Las maneras de reaccionar ante cualquier situación son infinitas.

Digamos, por ejemplo, que un proyecto muy importante en su vida fracasa . Algunos quedarían resentidos y frustrados;

unos se irían a casa, a cultivar su melancolía, mientras otros saldrían a emborracharse. Otros aún se pondrían furiosos, y echarían pestes, y buscarían culpables. Otros se culparían a si mismos y sufrirían gran amargura.

Con todo esto, qué duda cabe, nos desahogaríamos un poco, pero no habríamos adelantado gran cosa. Se necesita mucha disciplina para saber rehacer los propios pasos, aprender las lecciones dolorosas, recomponer la guardia y explorar nuevas posibilidades. Pero es la única manera de saldar positivamente lo que parezca un resultado negativo.

Párese a pensar un momento en sus propias creencias. Por regla general, ¿confía en que las cosas le van a salir bien, o teme siempre que salgan mal? ¿Espera que sus mejores esfuerzos tendrán  éxito, o anticipa los reveses que va a sufrir?

En una situación dada, ¿ve usted las posibilidades, lo que contiene en potencia, o más bien los obstáculos que impide avanzar? Muchas personas tienden a fijarse más en el lado negativo que en el positivo. 

El primer paso para cambiar esa disposición es darse cuenta de ella.

 La creencia en los límites produce gentes limitadas. La clave consiste en deshacerse de esas limitaciones y operar desde un conjunto de recursos más elevado. 

Hay personas que suelen  ver las posibilidades, los que salen a un desierto y ven un jardín. ¿Imposible?

¿Qué ha pasado en Israel? Si usted cree firmemente

en una posibilidad, lo más probable es que llegará a realizarla.



Creencia número 2: Los fracasos son inexistentes. Sólo hay resultados.

Es casi un corolario de la creencia número uno, pero tiene su

importancia propia. La mayoría de las personas, en la cultura occidental, están programadas para temer eso que llaman fracaso.

Sin embargo, cualquiera de nosotros recordará las veces que deseaba una cosa y obtuvo otra. 

A todos nos ha ido mal en un examen, todos hemos sufrido por amores que no acabaron bien y todos hemos visto fracasar proyectos de algún  tipo. Los triunfadores no ven fracasos; no creen en eso, y para ellos no cuentan.

Toda persona obtiene siempre un resultado de un género u otro. Los grandes triunfadores de nuestra cultura no son infalibles, sino únicamente personas que saben que, si intentan algo y no sale lo que esperaban, al menos han tenido una experiencia de la que aprender. Entonces se ponen a aplicar lo aprendido e intentan otra cosa. Emprenden nuevas acciones y producen tal o cual resultado nuevo.

Piénselo. ¿Qué activo o beneficio posee usted hoy que ayer no tuviese? 

La respuesta es, naturalmente: experiencia.

Las personas que temen el fracaso se hacen representaciones internas, por adelantado, de lo que podría fallar. 

Eso es lo que les impide iniciar justamente aquellas acciones que podrían garantizarles la consecución de sus METAS.

 Bien, pero, ¿le gusta aprender? 'I'oda experiencia humana puede enseñarle algo, y en este sentido usted siempre triunfará en todo cuanto haga.

El escritor Mark Twain dijo una vez: 

«No hay cosa más triste que un joven pesimista». 

Tenía razón. Quienes creen en el fracaso se garantizan, prácticamente, una pobre existencia a sí mismos. Quienes alcanzan la grandeza no perciben el fracaso, se enfocan en lo posible y positivo.  

Hay una anécdota famosa sobre Thomas Edison. Después de haber intentado 9.999 veces perfeccionar la lámpara de incandescencia, sin conseguirlo, alguien le preguntó: «¿Piensa llegar a los diez mil fracasos?». 

Él contestó: «Yo no he fracasado, sino que acabo de descubrir una manera más de no inventar la bombilla eléctrica». Es decir, que había descubierto otra serie de acciones que producía un resultado diferente.


Nuestras dudas son traidoras, y por ellas perdemos el bien que con frecuencia pudimos ganar, por miedo a intentarlo.

WILLIAM SHAKESPEARE

 Tómese un minuto para reflexionar sobre los que considere los cinco «fracasos» más grandes de su vida. 

¿Qué aprendió usted de esas experiencias? Es muy posible que figuren entre las lecciones más valiosas que haya recibido .

La creencia en el fracaso es un modo de «intoxicar» la mente. Cuando almacenamos emociones negativas, ello afecta a nuestra fisiología, a los procesos de nuestro pensamiento y a nuestro estado. El doctor Robert Schuller, para enseñar el concepto de «pensamiento posibilista», propone una pregunta importante: 

«¿Qué intentaría usted hacer si estuviera seguro de que no podía fallar?». Piénselo. ¿Qué contestaría usted a eso? Si realmente creyera que no podía fallar, posiblemente iniciaría todo un conjunto de nuevas acciones y produciría resultados nuevos, poderosos y deseables. 

Por consiguiente, al emprender el intento, ¿no se hizo lo más adecuado? ¿No es ésa la única manera de progresar? Así que le sugiero que se haga cargo ahora mismo de una cosa: el fracaso es inexistente; sólo existen los resultados. Uno siempre produce un resultado, y si no es el que deseaba, solo tiene  que modificar sus acciones y obtendrá otros resultados nuevos. 

Limpie la palabra «fracaso», subraye la palabra «desenlace», y comprométase a aprender de todas las experiencias.

Creencia número 3: Asumir la responsabilidad, pase lo que pase

Éste es otro atributo de los grandes  triunfadores: actúan a partir de la creencia de que son capaces de contribuir a mover su mundo. 

Tal coincidencia de criterios no es casual. Los triunfadores tienden a creer que, no importa lo que haya ocurrido, bueno o malo, ellos contribuyeron a crearlo. Si no lo hicieron por medio de una acción física, entonces fue tal vez por influencia del nivel y tenor de sus pensamientos.

Nuestros pensamientos crean nuestra realidad, hay estudios científicos que demuestran eso. Es un pensamiento vigorizante. 


Si usted no está convencido de ser el creador de su mundo, bien sea a través de sus éxitos o de sus fracasos, entonces se halla a merced de las circunstancias. Es usted la víctima de las cosas que pasan; 

Asumir la responsabilidad es, una de las medidas que mejor definen el poder y la madurez de una personalidad.


Creencia número 4: No es necesario entender de todo para poder utilizar nuevas herramientas de todo. 

Muchos de los que triunfan albergan otra creencia útil. Están convencidos de que no necesitan saberlo todo sobre algo antes de poder utilizarlo. Saben cómo utilizar lo esencial sin necesidad de abrumarse con todos los detalles.

 Apuesto a que si yo le preguntara cómo funciona la electricidad, la respuesta oscilaría entre una mueca interrogante o una vaga idea. Lo que no nos impide apretar el interruptor y encender la luz; no creo que me lean a la luz de una vela.


Creencia número 5: Nuestros mayores recursos son los recursos humanos. 

Los individuos excelentes (esto es, los que producen resultados sobresalientes) casi universalmente tienen un sentido de tremendo respeto y aprecio hacia las personas.

Poseen el espíritu de equipo, el espíritu de la unidad y de los objetivos comunes. Si algo nos ha enseñado la nueva generación de libros de economía y empresa, como El cambiante

mundo del directivo, En busca de la excelencia o El Ejecutivo al Minuto, es que no hay éxitos duraderos sin relaciones

entre las personas, que el camino para triunfar pasa por establecer un equipo que funcione y colabore bien. 


Creencia número 6: El trabajo es un juego. ¿Sabe usted de alguien que haya logrado un éxito considerable haciendo algo que aborrezca? 

Una de las claves para triunfar consiste en celebrar un matrimonio perfecto entre lo que uno hace y lo que a uno le gusta. Pablo Picasso dijo una vez: 

«Cuando trabajo, descanso; lo que me fatiga es no hacer nada o recibir visitas».

 Dijo una vez Mark Twain: 

«El secreto del éxito está en convertir la vocación en vacación».

¿Que si hay trabajos más propicios para ello que otros?

Desde luego. La clave está en moverse para conseguirlos, y ahí es donde empieza a funcionar una de esas espirales ascendentes.

Si usted es capaz de encontrar maneras creativas de hacer su trabajo, eso le ayudará a progresar hacia trabajos aún mejores. Pero si decide que el trabajo es una mera rutina y una manera de llevar a casa el cheque de la paga, muy posiblemente no llegará a ser nunca más que eso.

Tanto el mundo personal como el laboral se enriquecen cuando uno les aporta la misma vitalidad y la curiosidad que pone en sus juegos.

Creencia número 7: No hay éxito duradero sin una entrega

personal. Los individuos que han triunfado creen en el poder de la dedicación. Si hay alguna creencia que resulte casi inseparable del éxito, ésa es la de que no se produce ningún éxito duradero sin un gran compromiso. Cuando uno contempla a los grandes triunfadores de cualquier especialidad, descubre que no son necesariamente los mejores ni los más brillantes, ni los más fuertes, ni los más rápidos, pero sí los más perseverantes. 

¿Hay más creencias que ayuden al florecimiento de la excelencia?

Desde luego, y si usted las tiene presentes, mucho mejor.  Esas siete creencias han obrado milagros para muchas personas,  considerando además que " para triunfar realmente, jamás  perjudicar a ninguna otra persona."

Usted podría decir, llegado a este punto:

 ¿Qué pasa cuando uno tiene creencias que no le sirven de ayuda? ¿Qué, si son negativas y no positivas? ¿Acaso puede uno cambiar de creencias? 

Usted ya ha dado el primer paso: tomar conciencia. Sabe lo que quiere. 

El segundo paso es el de la acción: aprender a construir las representaciones y convicciones internas que le lleven a la excelencia;

Aprender a dirigir la energía de sus pensamientos, emociones  y lenguaje coherente mente hacia sus metas positivas, liberándose de las creencias limitantes y construyendo  aquellas que le potencien a resultados positivos y en el bien común. El ganar- ganar.

Hasta aquí hemos empezado a reunir muchas piezas que,  componen la excelencia. 

Extraído de Poder sin Límites


Anthony Robbins

.

miércoles, 23 de septiembre de 2020

Programa de Calidad de Vida con Terapias Integrativas

 





PNL y el Manejo de Hábitos saludables: alimentación, recreación, trabajo, sueño ¿Como incorporarlos y disfrutar?


PNL y Enfermedades Crónicas, Obesidad, Diabetes Mellitus,

Hipertensión Arterial, otras



Psiconeuroinmunología y Programación Neurolingüistica

Disciplinas que utilizan la capacidad inconciente de las personas, 

activando los reguladores de salud e inmunológicos en:
  • Enfermedades catastróficas
  • Enfermedades crónicas
  • Enfermedades autoinmunes
  • Alergias
  • Fobias
  • Crisis de pánico
  • Depresión y Traumas

Terapia Floral De Bach

Descubierta en 1930 por el Dr. inglés Edward Bach médico 

bacteriológo, trabaja con el campo electromagnético de 38 flores 

que estabilizan clínica y emocionalmente en los desequilibrios de 

salud. La OMS la reconoce junto al Reiki y otras terapias en su 

validez neuropsicobiológica en 1976:
  • Trauma
  • Angustia y Ansiedad
  • Agobio y sobrecarga de trabajo
  • Culpas
  • Baja autoestima
  • Inseguridad
  • Agotamiento físico y/o mental
  • Problemas de aprendizaje
  • Irritabilidad
  • Impaciencia
  • Apatía
  • Pena

Reiki
Disciplina desde 1822  descubierta por Mikao Usui, monje japonés.

Utiliza la energía universal (campos electromagnéticos) a nivel 

corporal y psicológico en:
  • Inmunidad
  • Stress
  • Estimula el bienestar y alegría
  • Claridad mental
  • Fortalece la memoria, la concentración y la creatividad para resolución de problemas

Psiconeuroinmunología y Programación Neurolinguística:



Son disciplinas de descubrimiento reciente.
 
Su fortaleza radica en el comprobar las vías de conexión entre el Pensamiento, la activación neurológica del sistema nervioso autónomo e inconsciente y voluntario, logrando contribuir con los objetivos de salud y calidad de vida.  


Es posible activar estas Vías de manera voluntaria, consciente y fácil, activando su inmunidad y estabilidad de los mecanismos de salud interior. 

Se ha demostrado en diversos estudios que tener un minuto de pensamiento negativo, deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. 

El estrés nocivo, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal.

LIMITACIONES DEL INCONSCIENTE :" COMER EN EXCESO"- PUEDE SUPERARLO CON PNL

 





¿Qué podemos decir de las estrategias limitadoras, como la de comer en exceso?

Un amigo me contó “En otros tiempos yo pesaba ciento diez kilos. ¿Cómo me hinché hasta alcanzar semejante gordura? Muy fácil. Desarrollé una estrategia de «engullir», es decir de comer demasiado. Y ella me dominaba a mí. Descubrí cuál era cuando me puse a pensar en las ocasiones en que, sin tener hambre, instantes después experimentaba un apetito feroz. Mientras me retrotraía a esas ocasiones, me pregunté la causa de tales ganas de comer. ¿Era algo que veía, algo que oía o algo que sentía? Me di cuenta de que era algo que veía.

Conduciendo por la calle, por ejemplo, divisaba los anuncios de una determinada cadena de restaurantes rápidos. Tan pronto como los veía formaba una imagen en mi mente, figurándome que allí tendrían mi plato favorito, y luego me decía a mí mismo: 

«OH, ¡qué hambre tengo!». Con esto se me despertaba una sensación de hambre, a la que yo reaccionaba deteniéndome a pedir ese plato. Y esto aunque no tuviese nada de hambre en el momento de ver los avisos que disparaban en mí esa estrategia. Y aquellos anuncios estaban por todas partes. Además, bastaba que alguien me preguntase: «¿Vamos a comer algo?», para que yo empezara a imaginar (a formar imágenes mentales) determinadas comidas. Entonces me decía a mí mismo: «OH, ¡qué hambre tengo!», con lo que se creaba la sensación de hambre, y respondía: 

«Sí, vamonos a comer». También estaban aquellos anuncios de la televisión, que mostraban un plato exquisito tras otro, y era como si me preguntasen: «¿No tienes hambre?... ¿No tienes hambre?». Y mi cerebro reaccionaba formando imágenes, y yo me decía: 

«Oh, ¡qué hambre tengo!», lo cual creaba la sensación que me llevaba derecho al restaurante más cercano. Al fin, logré cambiar mi conducta por el procedimiento de cambiar mi estrategia.

Lo conseguí haciendo que, al ver la comida, o los avisos de comida, me viera yo mismo delante del espejo, en el acto de contemplar mi cuerpo feo y gordo, y diciéndome: «Estoy asqueroso. Puedo prescindir de esa comida». Luego me imaginaba haciendo ejercicio y veía mi cuerpo cada vez más fuerte, y me decía: «¡Buen trabajo! Empiezas a tener buen aspecto», con lo que me creaba el deseo de hacer ejercicio. 
Asocié todas estos elementos mediante la repetición (ver el anuncio o cartel, ver inmediatamente mi propia y gorda y fea imagen, escuchar mi diálogo interior y así sucesivamente), según el ejercicio del chasquido, hasta que bastó ver los anuncios o escuchar la invitación de salir a comer algo para disparar automáticamente mi nueva estrategia. 

El resultado producido por esa nueva estrategia es mi peso normal actual y los hábitos alimenticios que logré hasta hoy".



Usted también puede descubrir las estrategias mediante las cuales su mente inconsciente crea resultados tal vez indeseables y puede cambiar esas estrategias ¡ahora mismo!  con PNL!  





Herramienta poderosa de PNL "Arte del Modelado"

 



El conocimiento es una herramienta poderosa. Muchos de nosotros creemos que nuestro mapa del mundo es la realidad.

Imaginamos que, si sabemos lo que nos hace sentirnos amados, lo mismo debe funcionar igual para todos los demás.

Olvidamos que «el mapa no es el territorio», sino sólo nuestra manera de ver el territorio.

Los humanos tenemos estrategias para todo. Cuando uno se levanta por la mañana completamente activo y despejado es porque tiene una estrategia para hacerlo, aunque quizá ni él mismo sepa cuál es. Pero, si se le pregunta, será capaz de explicar qué es lo que ve, oye o siente, y le pone en marcha.

Recuerde que para detectar una estrategia hay que meter al pastelero en sus pasteles en la cocina. Esto es, ponerle en el estado que uno desea y, mientras se halla en él, averiguar cómo crea y mantiene dicho estado. 

Al madrugador alegre podría usted pedirle que se sitúe en una mañana concreta de esas que le encuentran despierto y activo. Pídale que recuerde lo primero ' que sintió conscientemente al despertar. 

Supongamos que contesta que oyó una voz interior diciéndole: «¡Arriba! ¡Es hora ¡de levantarse!». 

Luego pregúntele cuál fue la otra cosa que le hizo levantarse en seguida, que si imaginó o sintió algo. 

Tal vez conteste: «Me imaginé a mí mismo saliendo de la cama y metiéndome en la ducha de agua caliente; entonces me sacudí de pies a cabeza y me levanté». Parece una estrategia sencilla.
Sabido esto, nos interesará determinar las proporciones de los distintos ingredientes, por lo que preguntaremos: 

«¿Cómo era esa voz que le invitaba a dejar la cama? ¿Qué cualidades tenía esa voz que le hizo levantarse?». ¿Reconoces esa voz? 

A lo que él quizá responda: «Era una voz fuerte, y hablaba muy de prisa, era mi propia voz».

Ahora preguntaremos: «¿Y cómo era esa escena que imaginaba?». «Brillante, de gran actividad.» 

Usted se halla en condiciones de ensayar luego esa estrategia consigo mismo; quizá descubrirá, que al acelerar las palabras y las imágenes que se representa a sí mismo, y al darles más volumen y brillo, le será fácil despertar en un instante.

Por el contrario, si la dificultad se le presenta a la hora de acostarse, podría intentar ir haciendo más lento su diálogo interno, creando sonidos «bostezantes» y soñolientos, con los que muy posiblemente empezará a sentirse cansado en seguida. 

Le invitamos a ensayarlo ahora mismo: 

Hable mentalmente muy despacio, como una persona fatigadísima, bostezando a menudo. Dígase a sí mismo... lo... fa... ti... ¡aaayyy!... ga... do... que está. 

Acelere luego el diálogo interior. Observe la diferencia; 
¿que siente ahora? 

Lo que venimos a demostrar es que se puede modelar cualquier estrategia,siempre que uno tenga la posibilidad de situar a otro en un estado y averiguar concretamente cómo lo hace, con qué orden y en qué secuencia. 

La clave, sin embargo, no consiste en aprenderse un par de estrategias para ponerlas luego en práctica. 

Lo más importante es mantenerse atento a lo que nosotros hacemos bien y otros hacen bien y luego descubrir cómo lo hacemos y lo hacen, cuáles son sus estrategias. 

En eso consiste el modelado. Es una herramienta de excelencia.

La PNL (Programación Neuro-Lingüística) es como la física nuclear de la mente. La física estudia la estructura de la realidad, la naturaleza del mundo. 

La PNL hace lo mismo con su cerebro. Permite descomponer los fenómenos en las partes constituyentes que determinan su funcionamiento y lograr resultados grandiosos.

CEREBRO HUMANO

10 Capacidades (Funciones) Cognitivas Esenciales







Nuestro cerebro posee un gran número de capacidades cognitivas, las cuales nos permiten realizar una infinidad de actividades.

Sin embargo, pocas veces prestamos atención a cuáles son esas funciones cognitivas, cómo actúan y qué mecanismos intervienen en los numerosos procesos mentales que realiza nuestro cerebro a diario.

¿Te gustaría saber un poco más sobre las capacidades y funciones cognitivas del ser humano? Aquí te explicamos cuáles son las 10 más importantes.

¿Qué es una capacidad cognitiva?

Las capacidades cognitivas son esas competencias relacionadas con la cognición. ¿Pero qué es la cognición?

Pues la cognición es la facultad, consciente o inconsciente, de tomar la información que se recibe, y procesarla en base a conocimientos previamente adquiridos.

Así pues, cuando hablamos de capacidades cognitivas, estamos hablando de todas esas habilidades que tiene nuestro cerebro para funcionar y trabajar con la información que adquirimos de nuestro ambiente.

¡Vayamos a ver cuáles son las más importantes!

1. Percepción

La primera función cognitiva que ponemos en marcha para poder obtener cualquier tipo de información de nuestro ambiente es la percepción.

Y es que la percepción es el proceso que tiene la función de codificar y coordinar las diversas sensaciones elementales para darles un significado.

¿Y por qué es importante la percepción?

· Porque el ser humano tiene la necesidad de adaptarse al medio.

· Porque el medio en el que vivimos es complejo y cambiante.

· Porque la percepción ordena la materialidad y crea nuestra realidad.

· Porque si no percibimos las cosas, estas no pueden entrar en nuestra mente.

Así pues, cuando lees, escuchas o tocas cualquier cosa, la primera función que pones en marcha es la percepción:

1. Los estímulos llegan a nuestros receptores.

2. Los receptores envían la información a nuestro cerebro.

3. Una vez la información está en nuestro cerebro se puede empezar a procesar.

Esto significa que la manera en que ves las cosas, las percibes y las interpretas, es el punto de salida para poder realizar el resto de funciones cognitivas, ya que modula la forma con la que la información llega a tu cerebro.

Además, lo que hace especial esta función cognitiva es que a diferencia de las otras capacidades cognitivas, está más marcada por determinantes psicológicos internos que por capacidades cognitivas.

Aspectos como la experiencia, los miedos, las obsesiones, los deseos, las expectativas o los valores, modulan la percepción, por lo que nuestro estado psicológico juega un papel muy importante a la hora de determinar la forma en la que llega la información a nuestra mente.

2. La Atención

A parte de la percepción, otra función cognitiva que juega un papel fundamental en la entrada de la información en nuestro cerebro es la atención.

Y es que a la hora de recibir información, tan importante es la forma con la que la percibimos, como los elementos a los que le prestamos atención. Dicho de otra forma, la atención modula los componentes que percibiremos.

Nuestro cerebro capta numerosos estímulos, pero sólo algunos son conscientes, el resto son percibidos subliminalmente. La atención es pues, un proceso que elige qué estímulos vamos a captar. Es una especie de filtro que tiene nuestra mente para introducir en nuestro cerebro esa información que sea relevante.

Así pues, la atención es un proceso adaptativo, ya que nos permite captar mejor el ambiente y responder de una manera eficaz.

Además, como ya sabrás, la atención la podemos dirigir. Más concretamente la atención realiza 3 procesos:

· Procesos selectivos: cuando debemos dar respuesta a un solo estímulo o tarea.

· Procesos de distribución: cuando debemos atender a varias tareas a la vez.

· Procesos de mantenimiento o sostenimiento: cuando debemos atender durante periodos de tiempo relativamente amplios.

Así pues, podríamos decir que la atención, juntamente con la percepción, son dos capacidades que poseemos lo seres humanos que actúan como prerrequisitos para que la información llegue a nuestro cerebro, y por lo tanto juegan un papel fundamental en el resto de los procesos cognitivos.

Es decir:

Si percibes las cosas de forma adecuada y prestas atención a cosas relevantes, los procesos mentales que hagas posteriormente se verán beneficiados, ya que estarán trabajando con información adecuada.

Sin embargo si percibes las cosas de una forma distorsionada, prestas atención a estímulos irrelevantes o eres incapaz de mantener tu atención en aspectos importantes, tus procesos cognitivos tendrán una dificultada añadida, ya que la información que tendrán para trabajar no será adecuada.

3. Comprensión

Una vez la información ha llegado a las neuronas de tu cerebro, el siguiente elemento indispensable para que las tareas realizadas por la atención y la percepción no queden en vano es la comprensión.

La comprensión, como bien sabrás, hace referencia a “entender” la información que nos acaba de llegar.

Sin embargo, no podemos definir la comprensión como un único proceso, o una única capacidad, sino como un conjunto de ellas.

La comprensión implica una serie de procesos como el análisis, la crítica o la reflexión, los cuales son articulados por nuestra mente de una forma interactiva.

Así por ejemplo, cuando lees una noticia en el diario, para comprender su contenido entran en juego factores como:

· Tu conocimiento general (tu memoria) sobre el mundo y más concretamente sobre el tema del que trate la noticia.

· Tu percepción sobre la noticia, la atención que le prestes, y el modo en que lo codifiques a través de la memoria de trabajo.

· Tu lenguaje, el cual te permite recuperar el significado que tienes almacenado en tus neuronas sobre cada palabra que leas.

Así pues, la interacción entre estos procesos, dictaminará tu capacidad de comprensión ante cualquier información que quieras que se quede guardada en tus neuronas, es decir, ante cualquier información que percibas y le quieras prestar atención

4. Memoria

Una vez la información procesada llega a tu cerebro, el mecanismo que se pone en marcha es la memoria (eso que recordamos). ¿Pero qué entendemos por memoria?

Quizá como dijo Cofer:

“Si nuestras memorias fueran perfectas y no fallaran nunca en los momentos de necesidad, probablemente no sentiríamos el menor interés por ellas”.

Esta afirmación concibe la memoria como un mero recuerdo, o mejor dicho, como un conjunto de recuerdos e información almacenada, pero, la memoria es mucho más que eso.

Y te preguntarás… Si la memoria no es recuerdo ¿qué es?

Pues la memoria es un proceso o conjunto de procesos que permiten codificar, almacenar y recuperar la información, una vez ésta “ha entrado” en nuestras neuronas.

Para ver más claramente todo lo que implica la memoria, vayamos a ver los distintos tipos de memoria que poseemos.

Memoria sensorial:

Es una memoria de escasísima duración (de 1 a 3 segundos) que trabaja junto al sistema de percepción para procesar la información que queremos que entre en nuestra mente.

Es decir, cuando percibimos cualquier estímulo, nuestro cerebro ya empieza a recordar, y a través de esta memoria sensorial, se proporciona a nuestro sistema perceptivo la cantidad de tiempo justa para poder memorizar el elemento que está entrando.

Memoria a corto plazo:

Actúa como una memoria de trabajo: cuando la memoria sensorial ha hecho ya su trabajo que nos ha permitido percibir la información, entra en juego esta memoria a corto plazo (que dura de 18 a 30 segundos).

Esta memoria de corta duración mantiene disponible (memoriza) la información que se acaba de percibir durante unos segundos para que se pueda almacenar correctamente.

Además, esta memoria de trabajo también reactiva materiales almacenados en la memoria a largo plazo, para poder integrar la nueva información con la que ya se poseía anteriormente.

Memoria a largo plazo:

Una vez han actuado la memoria sensorial y la memoria a corto plazo, aparece la memoria a largo plazo, “la memoria con mayúsculas”.

Este tipo de memoria, es lo que popularmente se conoce como “memoria”, y contiene toda esa información que ya ha sido almacenada en nuestro cerebro, contiene nuestros recuerdos.

5. Lenguaje

Estrechamente ligado a la memoria encontramos el lenguaje.

Por lenguaje se entiende la capacidad de relacionar un sistema de códigos, con significados de objetos del mundo exterior, así como sus acciones, cualidades y relaciones entre los mismos.

Así pues, el lenguaje se podría considerar una forma especial de memoria, que nos permite recordar de forma automática la relación entre una palabra y un significado.

6. Orientación

Por orientación entendemos el conjunto de funciones psíquicas que nos permiten darnos cuenta, en cada momento, de la situación real en la que nos encontramos.

Dicho de otra forma, tus experiencias y recuerdos hacen posible que tengas conciencia sobre tu propia persona y de tu situación en el espacio y el tiempo.

Sin embargo, tu orientación no es un simple recuerdo, es la conjunción de múltiples recuerdos y conocimientos que se juntan. Por ejemplo:

Cuando estás en una carretera de un sitio desconocido para ti, puedes tener capacidad para orientarte mientras conduces.

Pero esa capacidad de orientación no es un simple recuerdo, entran en juego muchas otras capacidades:

Puede ayudarte que te hayas mirado el mapa anteriormente y recuerdes algún aspecto de la carretera, es posible que tu conocimiento sobre el país o la comarca en la que te encuentras también colabore a la orientación, o que tu conocimiento más general sobre el funcionamiento típico de carreteras y vías resulte clave para que te orientes.

Así pues, la interacción de distintas partes de nuestros cerebro y distintos procesos mentales, posibilita que tengamos una capacidad general que nos permita orientarnos tanto en el espacio, como en el tiempo como en persona.

7. Praxias

La praxis es la capacidad que tenemos para realizar movimientos voluntarios, intencionados y organizados.

Así pues, la capacidad que te permite realizar cualquier movimiento con cualquier parte de tu cuerpo, está regulado por las regiones específicas de tu cerebro que conforman las praxias.

Existen 4 tipos de praxis distintas.

· Praxias idemotoras: capacidad que te permite realizar gestos simples de forma intencionada, como por ejemplo saludar con la mano.

· Praxias ideatorias: capacidad de manipular objetos con requerimiento de una secuencia de gestos y movimientos, como por ejemplo recortar una hoja con las tijeras.

· Praxias faciales: capacidad de mover partes de la cara con un objetivo, como dar un beso.

· Praxias visoconstructivas: capacidad de planificar y realizar movimientos para organizar un serie de elementos en el espacio, como hacer un dibujo.

8. Funciones ejecutivas

Las funciones ejecutivas podrían ser concebidas como “el pegamento” de nuestras capacidades cognitivas.

Así pues, son ellas las que se encargan de poner en marcha, organizar, integrar y manejar el resto de funciones que posee nuestro cerebro.

Pongamos un ejemplo:

Quieres hacerte un huevo frito. En tu memoria a largo plazo está perfectamente almacenado que para hacerlo primero tienes que coger una sartén, verterle aceite y esperar que se caliente, romper el huevo y ponerlo encima del aceite hirviente.

Hasta aquí muy bien, lo recuerdas perfectamente. Sin embargo, ¡sin tus funciones ejecutivas serías incapaz de hacerlo!

Y es que sin ellas, no sería capaz de percibir la situación, hacer funcionar correctamente tu memoria de trabajo para recordar que acabas de coger la sartén, juntar esa información con tus recuerdos de cómo se hace un huevo frito o planificar adecuadamente esos recuerdos.

9. Razonamiento

El razonamiento sería como “el plus” que contiene nuestro cerebro para poder realizar operaciones superiores.

Con el razonamiento somos capaces de realizar funciones organizadoras relacionadas con la lógica, la estrategia, la planificación o la resolución de problemas.

Así pues, el razonamiento nos permite integrar la información que tenemos almacenada en nuestras neuronas, de manera que podamos “adquirir nuevos conocimientos a través de lo que ya conocemos”.

Con esta capacidad cognitiva aparecen nuestras ideas, los juicios o las conclusiones.

10. Metacognición

Finalmente, una última capacidad cognitiva que me gustaría comentar es esa que va más allá de la cognición, la metacognición.

Las capacidades metacognitivas controlan dirigen, mejoran y aplican la resolución de problemas sobre las capacidades cognitivas.

Dicho de otra forma, la metacognición es eso que nos permite aprender la forma de funcionar de nuestro cerebro, encargándose de cosas como:

· Diseñar los pasos a seguir,

· Autorregular nuestras acciones y nuestros procesos de pensamiento.

· Evaluar el funcionamiento de las cosas,

· Adquirir capacidad para anticipar (forward)

· Adquirir capacidad para mejorar (feedback).