martes, 6 de marzo de 2018

Pensamientos y Abundancia




Todos actuamos según las pautas de nuestros pensamientos. Estos pensamientos se convierten en nuestra experiencia diaria; en consecuencia, si usted gasta una gran cantidad de energía vital concentrándola en la escasez, en eso convertirá su vida.
Todo lo que en realidad hacemos es ayudarle a concentrarse en aquello en que desea convertir su vida. Para experimentar cualquier cosa que se aleje de la abundancia usted debe resistirse con todas sus fuerzas a ella y concentrarse en la escasez. Cuando usted vive y respira prosperidad bajo la creencia de que todo existe en grandes cantidades y cree tener el derecho de llegar a poseer todo lo que desee, entonces empieza a comportarse con respecto a usted y a los demás según este principio. Este convencimiento se aplica a la adquisición de riqueza, la felicidad personal, la salud, los logros intelectuales y todo lo demás. Tiene relación con una vieja promesa bíblica: “A aquel que ya posee, más se le concederá”. Y realmente así es como funciona.
Nuestra capacidad para disfrutar de la vida procede de nuestra manera de procesarla, y no de la influencia de factores externos. Nada exterior tiene capacidad de crear felicidad o plenitud en nosotros. Lo que determina la calidad de nuestra vida es nuestra decisión de sentirnos satisfechos o no, basada en nuestra forma de pensar, de vernos y de situarnos en el universo. Por consiguiente, si usted necesita mucho más para sentirse completo, entonces, aunque reciba mucho más, siempre se sentirá insatisfecho.
Este universo es una gran empresa que resulta difícil de comprender desde la perspectiva de nuestros limitados cuerpos. La abundancia reina en todos los rincones del mismo. Los únicos límites que afrontamos los “inventamos” creyendo en ellos.
Wayne W. Dyer 


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