jueves, 6 de julio de 2017

LIMITACIONES DEL INCONSCIENTE- COMER EN EXCESO -PUEDE SUPERARLO CON PNL



¿Qué podemos decir de las estrategias limitadoras, como la de comer en exceso?

Un amigo me contó “En otros tiempos yo pesaba ciento diez kilos. ¿Cómo me hinché hasta alcanzar semejante gordura? Muy fácil. Desarrollé una estrategia de «engullir», es decir de comer demasiado. Y ella me dominaba a mí. Descubrí cuál era cuando me puse a pensar en las ocasiones en que, sin tener hambre, instantes después experimentaba un apetito feroz. Mientras me retrotraía a esas ocasiones, me pregunté la causa de tales ganas de comer. ¿Era algo que veía, algo que oía o algo que sentía? Me di cuenta de que era algo que veía.

Conduciendo por la calle, por ejemplo, divisaba los anuncios de una determinada cadena de restaurantes rápidos. Tan pronto como los veía formaba una imagen en mi mente, figurándome que allí tendrían mi plato favorito, y luego me decía a mí mismo: 

«OH, ¡qué hambre tengo!». Con esto se me despertaba una sensación de hambre, a la que yo reaccionaba deteniéndome a pedir ese plato. Y esto aunque no tuviese nada de hambre en el momento de ver los avisos que disparaban en mí esa estrategia. Y aquellos anuncios estaban por todas partes. Además, bastaba que alguien me preguntase: «¿Vamos a comer algo?», para que yo empezara a imaginar (a formar imágenes mentales) determinadas comidas. Entonces me decía a mí mismo: «OH, ¡qué hambre tengo!», con lo que se creaba la sensación de hambre, y respondía: 

«Sí, vamonos a comer». También estaban aquellos anuncios de la televisión, que mostraban un plato exquisito tras otro, y era como si me preguntasen: «¿No tienes hambre?... ¿No tienes hambre?». Y mi cerebro reaccionaba formando imágenes, y yo me decía: 

«Oh, ¡qué hambre tengo!», lo cual creaba la sensación que me llevaba derecho al restaurante más cercano. Al fin, logré cambiar mi conducta por el procedimiento de cambiar mi estrategia.

Lo conseguí haciendo que, al ver la comida, o los avisos de comida, me viera yo mismo delante del espejo, en el acto de contemplar mi cuerpo feo y gordo, y diciéndome: «Estoy asqueroso. Puedo prescindir de esa comida». Luego me imaginaba haciendo ejercicio y veía mi cuerpo cada vez más fuerte, y me decía: «¡Buen trabajo! Empiezas a tener buen aspecto», con lo que me creaba el deseo de hacer ejercicio. 
Asocié todas estos elementos mediante la repetición (ver el anuncio o cartel, ver inmediatamente mi propia y gorda y fea imagen, escuchar mi diálogo interior y así sucesivamente), según el ejercicio del chasquido, hasta que bastó ver los anuncios o escuchar la invitación de salir a comer algo para disparar automáticamente mi nueva estrategia. 

El resultado producido por esa nueva estrategia es mi peso normal actual y los hábitos alimenticios que logré hasta hoy".


Usted también puede descubrir las estrategias mediante las cuales su mente inconsciente crea resultados tal vez indeseables y puede cambiar esas estrategias ¡ahora mismo!  





No hay comentarios:

Publicar un comentario