Todos los cuerpos son sensibles a las vibraciones sonoras, con la diferencia de que cada uno tiene su propia frecuencia vibratoria, y no todas las frecuencias son audibles para el oído humano. Hay infinidad de cuerpos que emiten sonidos que nuestro oído no percibe.
Cada ser tiene su propia "nota tonal", cada persona,cada planeta, cada sistema galáctico. La NASA ha grabado con sus sistemas satelitales, de la música estelar de los acontecimientos de eyección de plasma solar, y de distintos astros.
Las distintas vibraciones, emiten frecuencias que se imprimen en los cuerpos y se manifiestan de distintas maneras en quienes las reciben, entre ellas, afectan las manifestaciones en la personalidad, aún cuando esas vibraciones sonoras sean inaudibles para el oído físico.
Los acordes que acompañan la nota fundamental son los que proporcionan mayor riqueza de sonidos. Todos los cuerpos son sensibles a las vibraciones sonoras y todos tienen capacidad para generarlas y ser afectados por ellas.
A una frecuencia y sonido determinados, el aceite que flota sobre el agua, se convierte en un líquido homogéneo con el agua. Sin aumentar la temperatura de un huevo se le puede transformar en estado de cocido y así es posible conservarlo fresco durante algunos meses.
Lo mismo ocurre con las frutas. Determinadas bacterias resisten al calor y al frío intensos, pero mueren rápidamente al someterlos a ciertas frecuencias ultrasonoras. Las semillas de algunas plantas aceleran el proceso de germinación y madurez al ser sometidas a determinadas frecuencias vibratorias. Recuerden, “En el principio fue el Verbo” y "Pasarán todas las cosas, pero mi Palabra no pasará"

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